Autores: A. Troncoso Unwin
RESUMEN
Fama y French (1992) dictaminaron que “el Beta está muerto”: no puede explicar en su totalidad los precios de activos financieros. El propósito de este análisis es volver al trabajo inicial de Sharpe y de Fama y Miller para determinar el significado preciso del Beta financiero.
Beta mide el “riesgo sistemático” de un activo individual, que es la contribución del activo a la desviación estándar del portafolio óptimo en que está inserto.
No es una medida universal de valor pero no se debe dar por muerto. Debe ser liberado de la restricción acerca de un portafolio único, universal: Diferentes inversionistas van a considerar distintos portafolios de referencia y van a asignar distintos valores a cada activo.
La teoría presentada por William Sharpe (1964) indica que todos los portafolios óptimos están perfectamente correlacionados entre si. La investigación empírica debería preocuparse de buscar las fronteras rectilíneas de portafolios óptimos propuestas por Sharpe.
El “riesgo sistemático” de un activo es el producto de la desviación estándar de su tasa de retorno multiplicado por su correlación con el portafolio. La desviación estándar del portafolio es la suma ponderada de los riesgos sistemáticos de los activos individuales. Las combinaciones eficientes de activos son aquellas que entregan una relación lineal entre beta y el retorno esperado. Si todos los portafolios óptimos son perfectamente correlacionados, el riesgo de un activo puede ser medido contra cualquiera de ellos, porque dos variables perfectamente correlacionadas tienen correlación idéntica con cualquier tercera variable. (Troncoso, 2009)